¿Como dejarte marchar?




No lo planeabas, de pronto la prueba de embarazo ha dado positivo y todos todos se preparan para la llegada del nuevo miembro de la familia. Ahora tu rutina diaria ha cambiado, ya no duermes como antes y las nauseas se apoderan de tus mañanas. Tienes más hambre que de costumbre y esas curvas de criollita de Wilson han comenzado a desaparecer. Asistes a muchísimas consultas y chequeos para saber si todo está bien con tu bebé, pero una prueba ha dado un resultado no esperado. Te preocupas, lloras, y te atemoriza la idea de imaginar lo que vendrá. En la cola de espera de la consulta escuchas todo tipo de historias, y se te aprieta el corazón de tan solo pensar que tendrías que dejarlo ir, que tendrías que decirle adiós a la cosa más preciosa que te ha dado la vida.

Buscas refugio en los que te quieren, tus lágrimas afloran el miedo que te carcome y sin embargo, no todo está perdido. El doctor te ha explicado todo el procedimiento futuro y aunque sus palabras han sonado alentadoras, tu miedo no desaparece. Las horas que restan para las siguientes pruebas parecen siglos, no quieres dormir, solo quieres saber que todo está bien y que tal vez ha sido un error humano en el procesamiento del exámen médico. 

Ha amanecido, casi volando has caminado las calles que te distancian de ese lugar que temes tanto. Llegas y la espera te tortura, aunque quieres ser fuerte, por instantes no puedes y te derrumbas. Ha llegado el momento, estás ahí acostada en espera de alguna palabra de aliento. Todo es silencio. Segundos demoledores. Luego palabras raras que no entiendes. Al final una frase salvadora: "Todo esta bien con tu bebé" y es como si un soplo de vida te devolviera el alma. Aun no es tiempo para dejarle marchar de tus entrañas. 

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