Septiembre de nostalgias
Septiembre, mes maravilloso lleno de recuerdos y nostalgias. Si pudiera virar el
tiempo atrás quisiera que fuera aquel septiembre de 1991, aquel en que de la
mano de mi madre llegué a lo que sería mi Escuela Primaria. Mi corazoncito se
apretó al ver que mi madre se marchaba y me dejaba allí con los demás niños que
no conocía, las lágrimas se asomaron a mi rostro, estaba asustada, me sentía
sola. Esa sensación duró pocos minutos porque la maestra Iraída sabía
cómo hacer que esa aula tan pequeñita se convirtiera en un lugar
querido y deseado por todos, ella sabía crear el ambiente acogedor que
muchos necesitábamos para sentirnos a gusto en nuestra nueva
casa. Gracias a ella conocí los números, los colores, las vocales,
conocí a José Martí y la Edad de Oro, descubrí que tenía dotes para la
actuación cuando en más de una ocasión interpretara a Piedad, y me
aprendiera de memoria gran parte de su texto: "Te quiero por que no te
quieren". Recuerdo cuan orgullosa me sentí aquel primer 28 de Octubre, yo
toda vestida de miliciana y sujetando mi rosa roja para Camilo.
Recuerdo las tardes de recreo jugando a las escondidas, o a ladrón o policía,
tantos juegos que ahora no recuerdo, pero que sin duda alguna hicieron de mí
una niña inmensamente feliz. Cuando comencé a portar mi sello de YA SÉ LEER me
convertí en asidua visitante de la biblioteca de la escuela, la
bibliotecaria siempre me pedía que participara en cuanto concurso de poesía y
literatura hubiera, gracias a ella gané varios premios provinciales. Recuerdo
cada rincón y cada olor.
Llegó
la adolescencia, y con ella el cambio de escuela, de amigos, de uniforme.
Llegaron los sentimientos encontrados, las dudas sobre qué carrera
estudiar. Los tan famosos "círculos de interés" abrieron en
mí el deseo y la pasión por el mundo de la informática, solo unos meses me
sirvieron para decidir que estudiar.
El
tecnológico fue una etapa de aprendizaje total, todo lo referente a
programación, diseño y lógica informática, materias que forjaron en mí
habilidades muy importantes. Hice amigos a montones.
Luego
llegó la Universidad, benditos 5 años!!! Agradecida me siento hoy de haber
contado con el mejor grupo que se pudiera tener, juntos siempre al 100%, con un
claustro de profesores de élite. Hace un año ya que me he graduado, hace un año
que mi manos no tocan un libro, no al menos con las ansias que lo hacían antes,
no con la necesidad impetuosa de estudiar para poder aprobar un examen.
Extraño las tardes estudiando en la biblioteca, las noches
de insomnio memorizando las fórmulas de Física I, extraño
los Festivales de Artistas Aficionados y mis ruedas de casino,
extraño todo, los amigos y los que no lo eran, en fin....si pudiera volver el
tiempo atrás sin duda alguna pediría estar otra vez en aquel septiembre, estoy
muy segura que esta vez no lloraría ese primer día, ya atesoro la experiencia y
la maravilla de muchos septiembres.
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